Cardenio

Cardenio es un personaje de Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes, que inspiró una obra de teatro escrita en 1613 por John Fletcher y William Shakespeare. El texto original se consideraba perdido, pero Gregory Doran, director de la Royal Shakespeare Company, certificó en 2007 que se había hallado el manuscrito y que la obra se representará en España en 2009 (*). El descubridor y traductor al español de laHistoria de Cardenio fue Charles David Ley. Quizás todas las dudas que ofrezco en esta reseña se vean disipadas cuando se haga pública la versión certificada, en 2009. ACTUALIZACIÓN 2011: Con un par de años de retraso, el estreno se produce el 14 de abril de 2011.
Quiero aclarar que en este texto no hago referencia a la obra La segunda tragedia de la doncella, que rebautizada como Cardenio sacó a la luz pública el grafólogo Charles Hamilton en 1994. Se trata de una obra distinta a la que comentamos, aunque durante años ha sido presentada y representada como la original. (En la foto, el cartel de la obra sobre este falso Cardenio dirigida por James Kerwin en 2002).
Tomamos como base la reedición corregida de 2007 (Ed. Rey Lear) del texto ya publicado en 1987, que aún no había sido autentificado, pero que según algunos indicios es el que escribieron Shakespeare y Fletcher. Se trata de un trabajo de Charles David Ley, que incluye la traducción al castellano, la sustitución de los nombres de los protagonistas por los originales cervantinos, y la exclusión de los pasajes añadidos por el editor de la obra de Shakespeare Lewis Theobald. Éste publicó en 1727 el Cardenio con el título de Doble falsedad o los amantes afligidos. Carlos Gamerro opina que probablemente, ni La segunda tragedia de la doncella ni Doble falsedad son el Cardenio original. Francisco Rico, especialista en el Quijote, denomina a Doble falsedad “refundición tardía” de la Historia de Cardenio. Pero es lo que tenemos.
Empecemos por el Quijote. Cardenio está viviendo asilvestrado por el mal de amores que le produce el casamiento de su amada Luscinda con su amigo don Fernando. En ese estado lo encuentran Don Quijote y Sancho Panza. Veamos detalladamente cómo nos cuenta Cervantes la trama, salpicada en distintos capítulos.
Fragmentos donde se cuenta la Historia de Cardenio, en Don Quijote de la Mancha, Primera Parte.
Capítulo 23. Don Quijote y Sancho deambulan por Sierra Morena y encuentran un viejo equipaje abandonado con dinero y un libro en el que hay escritas quejas de enamorado despechado. Poco después, se les cruza corriendo un hombre asilvestrado. Luego ven una mula muerta. Deducen que tanto el equipaje como la mula pertenecieron al personaje y van a buscarlo. Un cabrero les da más pistas: se trata de un hombre que llegó a la sierra seis meses antes para, según sus palabras, hacer penitencia. También cuenta que le dan accesos de locura, atacando a los pastores mientras maldice contra un tal Fernando. Poco después aparece y don Quijote le da un largo abrazo. El narrador nos advierte que le vamos a llamar “el Roto” (hoy seudónimo del dibujante gráfico español Andrés Rábago), debido a su aspecto andrajoso.
Capítulo 24. El Roto se identifica como Cardenio, de noble familia andaluza (nombre inspirado por Cervantes en la noble familia andaluza de los Cárdenas). Y relata su triste historia:
Enamorado de una bella dama llamada Luscinda, ha de marcharse a servir al duque Ricardo, justo cuando iba a concertarse su boda. En su destino, se hace amigo de Fernando, el hijo del duque, que se confiesa enamorado de una labradora; a la cual no obstante olvida tras recibir sus favores. Cardenio viaja a su tierra con Fernando, y éste conoce a Luscinda.
En ese momento se produce una discusión entre Cardenio y don Quijote acerca del argumento del Amadís de Gaula, Cardenio enloquece, pelean y se va.
Capítulo 27. El cura y el barbero, que han llegado a la sierra en busca de don Quijote, escuchan cantar unos versos. Se trata de Cardenio, que sigue viviendo en los bosques, y que les cuenta el resto de su historia:
Fernando, enamorado de Luscinda, aleja a Cardenio con una excusa. Luscinda escribe a Cardenio contándole que Fernando ha pedido su mano y se van a casar. Cardenio acude y es testigo, escondido, de la boda, tras la cual Luscinda se desmaya. Cardenio huye y se pone a hacer penitencia en los campos.
Capítulo 28. Cardenio, el cura y el barbero encuentran a una bella dama disfrazada de varón, que les cuenta que es Dorotea, una labradora de familia rica, vasallos del duque Ricardo, a la cual don Fernando requirió de amores, hasta prometerle matrimonio y desvirgarla. Luego Fernando se fue y se casó con Luscinda. Dorotea relata que al ir en busca de Fernando para pedirle explicaciones, en la ciudad le contaron que tras la boda, el marido encontró en el escote de Luscinda una carta en la que decía que era de Cardenio y nunca lo sería de Fernando, aunque daba el sí por obediencia a sus padres. Cuando Luscinda despertó de su desmayo, huyó. Dorotea se escondió con un vasallo en los bosques, que la intentó violar, pero ella lo despeñó de un empujón. Un ganadero al que Dorotea sirvió como varón, al descubrir que era mujer, también la quiso violar, pero ella escapó y por eso andaba por allí.
Capítulo 29. Cardenio le descubre su identidad a Dorotea y le propone ayudarla, para que ambos acaben con sus respectivas parejas primigenias. Luego llega Sancho, al cual hacen creer que Dorotea es la princesa Micomicona, dentro de su plan para llevar a don Quijote a su aldea.
Capítulo 36. En los capítulos anteriores, Cardenio y Dorotea se unen al grupo que acompaña a don Quijote. A la posada donde se alojan todos, llega un grupo de personas que resultan ser don Fernando, Luscinda y su séquito. Todos se reconocen, y Fernando acaba admitiendo su error y volviendo con Dorotea. Todos lloran, incluso Sancho, pero en este caso porque se da cuenta de que la princesa Micomicona no es tal, y se va a quedar si las mercedes que de ella esperaba. Fernando cuenta que tras querer matar a Luscinda, y ella huir de casa de sus padres, la localizó en un convento, del que la traía por la fuerza.
Capítulos 37 a 47. Continúan las aventuras de don Quijote en la posada, en compañía de Sancho, el cura, el barbero, Cardenio, Fernando, Luscinda y Dorotea. La historia de Cardenio ha concluido, pero estos cuatro últimos personajes siguen apareciendo, cómplices del cura y el barbero para llevar a don Quijote de vuelta a su aldea.
La obra de Shakespeare comienza cuando el duque Ricardo llama a Cardenio a su corte para ayudar a su primogénito Pedro por recomendación de su segundo hijo Fernando. Cardenio está enamorado de Luscinda, pero debe marcharse. Luscinda promete fidelidad a Cardenio, pero queda compungida.
Fernando corteja a Dorotea, una dama de bajo linaje, que le rechaza. Luego Fernando cuenta que tras el rechazo, violó a Dorotea, pero ahora ama a Luscinda y por eso ha mandado de viaje a Cardenio. Justifica la traición de su amistad por “la feroz disputa de la virtud contra el deseo”. Es el mismo caso que en Los dos hidalgos de Verona.
Dorotea, que se siente culpable por haber perdido su virginidad,  recibe una carta de despedida de Fernando y entristece. El padre de Luscinda ofrece su mano encantado a Fernando, pero Luscinda protesta y afirma pertenecer a Cardenio. Luego el padre de Cardenio habla con el de Luscinda para pedirle el consentimiento del matrimonio de los enamorados, pero el padre de Luscinda cuenta la falsedad de que su hija ya no quiere a Cardenio. Este pasaje no aparece en el Quijote.
Luscinda envía una carta a Cardenio, que decide visitarla disfrazado. Irrumpe en la ceremonia de casamiento, pero es sacado de la casa por los criados, tras ser reconocido. Luscinda se desmaya, incumpliendo su promesa de clavarse un puñal. En el Quijote, Cardenio asiste a la boda pero no la interrumpe ni la frustra.
Cardenio huye y enloquece. Luscinda huye también. Dorotea va en busca de Fernando, disfrazada de varón y acompañada de un criado. Entra al servicio de un ganadero que al descubrir que es mujer intenta violarla, pero Pedro le interrumpe y no lo consigue. Pedro y Fernando van a raptar a Luscinda del convento donde se ha escondido, transportándola en un ataúd. Cardenio y Dorotea frecuentan las mismas montañas y acaban reconociéndose. El traductor considera que la canción que interpreta Dorotea es un añadido dieciochesco, por lo que practica la gran chapuza de sustituirla por un fragmento de los versos que recita Cardenio en el Quijote.
Al final, todos se encuentran y cada cual vuelve con su pareja. Como apunta Carlos Gamerro, el gusto actual y la gracia de Shakespeare llevarían a un desenlace diferente: los dos personajes con más fuerza –Cardenio y Dorotea- tendrían una unión más lógica y feliz, así como la pareja formada por Fernando y Luscinda merecerían seguir juntos por sus devaneos.
Verdaderamente, o mucho se ha perdido de lo que escribió Shakespeare en esta obra, o poco escribió en ella, porque se hace pesada y sin interés. El desarrollo es confuso y no se ve la chispa humorística ni la honda sabiduría que impregnan las obras restantes.

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